Una nueva investigación ha encontrado diferencias importantes en el desarrollo de determinadas regiones del cerebro humano (en concreto, la materia blanca) en función del sexo biológico del individuo.
Estos hallazgos, que se aplican a infantes (niños de cinco años y menores) de desarrollo típico y sano, subrayan el dimorfismo sexual en el desarrollo de la estructura cerebral, con varias diferencias significativas y detectables en múltiples regiones a la edad de los cinco años y concuerdan con la evidencia previa que había encontrado un desarrollo más temprano en los cerebros femeninos.
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Diferencias en la estructura de la materia blanca
Los autores del trabajo, publicado en el medio especializado Human Brain Mapping, destacan que también encontraron que los cambios en los patrones de asimetría de la materia blanca se producían en la infancia temprana, y para los 5 años de edad del individuo ya se asemejaban a los documentados en los adultos.
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El estudio se llevó a cabo a través del análisis de imágenes tomadas mediante una técnica llamada imagen de tensor de difusión o tractografía, un método de resonancia magnética relativamente reciente que permite evaluar la materia blanca en el cerebro humano. Concretamente, los investigadores reunieron imágenes de 166 niños de edades hasta los 5 años (89 varones y 77 niñas) y 144 niños a partir de esa edad (76 varones y 68 niñas).
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Los resultados claramente mostraban diferencias en el desarrollo, con un patrón más temprano (mayor anisotropía fraccional, un valor que mide la restricción del movimiento de las moléculas de agua en los tejidos). Eso sí, recuerdan que es necesario llevar a cabo futuras investigaciones que profundicen en el modo en el que estas diferencias, que afectan principalmente al desarrollo estructural, se asocian con otros patrones diferenciados en el desarrollo cognitivo y emocional de los niños en función de su sexo biológico.